"Soy el más pesimista de los optimistas y el más optimista de los pesimistas", creo que esa frase resume un poco mi forma de ser; a veces puedo ser muy alegre, divertido y otros tanto soy bilioso, visceral y furibundo, pero creo que al fin y al cabo debe de haber un equilibrio entre lo positivo y lo negativo, ¿no? Es decir: poner, pensar, hacer y decir cosas malas cuando hay exceso de bondad y poner, pensar, hacer y decir cosas buenas cuando hay exceso de maldad ¿voy bien o me regreso? Digo esto ya que como muchos sabrán, me iré a una comisaría del municipio de Yaxcabá llamado Tinuncah para dar clases así como si fuera un suplente cualquiera -y no en calidad de maestro practicante, aunque vayamos con el uniforme escolar... sí, el uniforme-. En las últimas horas de clases de hoy, me sentí del carajo ya que al ser el único de mi salón que no iba a dar Primero o Segundo Año (yo voy a dar Quinto Año), tenía que planear a lo bestia para saber qué onda con la semana, mientras los demás se reunieron en grupos según el grado que les tocó (1° o 2°, si se entiende). Ahora estoy medio tranquilo, mañana unas chavas del Tercer Semestre irán a Yaxcabá para averiguar dónde pasaríamos la semana y claro, ver cómo se encuentra el camino hacia Tinuncah (al estar retirado, puede que sea pedregoso y tengamos que caminar, ¡SOPAS!). Si algo bueno debe salir de ahí es que principalmente pueda dar clases sin la presión de estar siendo checado por las H. Autoridades del área de Práctica Docente, además, veo que Yaxcabá tiene una iglesia muy bonita y eso me puede servir como un viaje turístico; sin embargo, las penalidades por las que vayamos a pasar no creo que sean suficientes para que se pongan de parte nuestro (muchos se quejan de su vida a pesar que su situación están mucho mejor que las nuestras, ajoyy!!!), esto lo digo de manera grupal, pero lo siguiente será por título personal: a pesar que esta situación me haya puesto tan de malas -sospechando que el semestre lo inicié con el pie izquierdo- y estémos magisterial y educativamente a la buena de Dios, lo único que puedi hacer es ir con una sonrisa, pensar en las posibles 1000 aventuras que puedan darse y sobre todo, olvidarme de mis problemas personales y estar con los niños, tratar de enseñarles lo que se pueda hacer durante esta semana, porque desgraciadamente los principales afectados de las dizqueReformas Educativas son ellos, que curiosamente son el futuro de nuestra patria.
Así que vayamos a disfrutar las bellezas de Yaxcabá y convivamos sanamente con los niños, ofreciéndoles lo mejor que nosotros podemos hacer: enseñar de manera cognitiva, afectiva y motriz.
PD: Iba a poner una carita feliz para demostrar mi optimismo ante este reto (consecuencia de la burrada de la SEP), pero recordé los 12 decapitados de Mérida; creo que no es necesario hacer un latoso artículo mío sobre el espantoso crimen, esto ya significa algo más que un "hasta aquí", sniff, sniff...
viernes, 29 de agosto de 2008
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1 comentario:
te comento que es cierto.
la vida no es justa...
(espera a que estes sin internet, jua jua jua jua)
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