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jueves, 22 de julio de 2010

Soldado efímero

Yorbalt era el hijo único del matrimonio formado por los esposos Geyslet y Parral. Vivían en una comunidad extremadamente pobre, sin más acceso al pueblucho que una carretera empedrada, y al igual que casi todos sus habitantes, vivían de la cosecha de nabos y del pastoreo de los smuks (unos animalejos azules similares a las cabras, con un par de cuernos más y un tercer ojo en medio de su frente, así como remanentes de unas primitivas alas en su lomo). Una de las cosas que más le fascinaba Yorbalt era el ser un soldado al servicio de Su Majestad, y justo cuando terminó su primaria se lo hizo saber a su padre, el cual a pesar de los riesgos a los que se enfrentaría (sobre todo porque cerca de su planeta estaban otros seres iguales de feroces, como los lobos esteparios y guerreros espaciales), sin embargo, cuando sus vecinos se enteraron de la noticia del niño, lo convencieron para que Yorbalt pudiera ingresar a la Academia Militar de la capital, puesto que consideraron que sería un honor no sólo para el chiquillo, sino también para todo su pueblo, puesto que tener a uno de sus habitantes como miembro de las distinguidas Fuerzas Armadas de la reina Leluka pondría en alto el nombre del mísero pueblucho y de la familia.
Es así como días después, vemos al señor Geyslet abrazando a su querido hijo único partir hacia la lejana capital, en el camión levitante, mientras la señora Parral, con lágrimas resbalando en sus mejillas, le regala a Yorbalt un suéter tejido con mucho amor, especialmente para esta ocasión. -No te preocupes madre- decía Yorbalt, que aunque lloraba, dejaba entrever una sonrisa -vas a ver que cuando me gradúe, verás a un nuevo soldado, y narraré todas mis aventuras contigo, con papá y mis amigos, les contaré las batallas y los viajes intergalácticos que de seguro realizaré-. De esta manera, el camión se va para nunca más volver (quiero hacer ESTE paréntesis para aclarar que el ayuntamiento de su aldea sufragó los gastos para que por fin el pueblo tuviera a su primer soldado real en toditita su historia, gracias).

Han pasado ya varios años, y el joven Yorbalt (de 20 años) por fin logra su sueño: vemos a este fornido muchacho llegar a su primer destacamente como soldado, que es nada más y nada menos que el Palacio Real; no lo podía creer, apenas ayer se graduó con honores como el mejor cadete que haya existido en los anales historiográficos de la Academia, y resulta que su primer cuartel era el palacio de la misma reina; Yorbalt, que portaba orgullosamente su esbelta armadura, estaba feliz por este momento tan maravilloso de su joven vida, y claro, iban a venir tiempos mejores para el muchacho de Yorbalt...

40 horas después, el día se encontraba bastante gris, puesto que amenazaba una potente lluvia (según los boletines meteorológicos), y nos encontramos en el patio Delta, uno de los lugares del palacio destinado para la Guardia Real, y de repente la puerta principal se abre lentamente, para dar paso a un par de soldados escoltando a un reo de apariencia miserable ¡Es Yorbalt! ¿Pero como es que ese prisionero era el joven recién egresado del que redacté líneas arriba? Bueno, dicen los malos chismes que el mismo día de su entrada fue descubierto hurtando las joyas de la reina, para luego mandarlas por correo a su pueblo y así convertirlo en un próspero lugar, un crimen que se castiga con la muerte. Y es como observamos, mis amados lectores, al "inocente" Yorbalt, sostenido por los guardias, con los ojos rojos de tanto llorar y una faz que detona patéticamente una tristeza absoluta, alza la mirada y ve esa terrible máquina asesina que es la guillotina, sus piernas tiemblan y el pobre diablo se pone pálido, y es llevado a la tarima y sube, mientras las tropas, reunidas esa fría y pesada mañana para tal fin, disimulan sus risas burlonas; ya colocado en la guillotina, vemos al terrible jefe de los soldados de Su Majestad, el capitán Butch, acercarse al mísero Yorbalt (aprisionado ya en la máquina), para regañarlo con ofensas y mentadas de madre por atreverse a robar semejante tesoro, y después de burlarse lo suficiente del muchacho soldado como para que éste pida perdón llorando y con súplicas lamentables, activa la palanca y ¡ZAZ! la cabeza decapitada de Yorbalt cae en el cesto (que no era cualquier cesto, sino un bote de basura del baño de la enfermería, lleno de papel higiénico usado y jeringas usadas), terminado así el sueño de este joven. El capitán Butch tira la bolsa con la cabeza de Yorbalt al compactador de basura del palacio, mientras ordena a sus hombres que lleven el cuerpo descabezado del neófito soldado a un avión, para tirarlo en el océano Hafty, famoso por estar infestado de tiburones.

Ya en sus aposentos, el capitán Butch, vigila sigilosamente a sus alrededores y de una caja de zapato que estaba en su armario, saca nada menos que las joyas reales, supuestamente robadas por Yorbalt. -Jejejejeje, una vez eliminado a mi chivo expiatorio, es hora de empeñar estas joyas para obtener el dinero necesario para mi insurrección, pero carajo, tendré que hacerlo en el planeta Muzka, pa' que nadie sospeche- se decía el muy malvado capitán, ya que resulta que cuando Yorbalt entró al palacio fue interceptado por los esbirros de Butch, quienes lo torturaron y de esta manera se viera que fue otra persona quien se robó las joyas de la corona, y no ese malvado hijo de puta de Butch, condenando al inocente de Yorbalt a una muerte inmerecida; y es que para acabar de amolar, según la constitución del planeta, el robo de las joyas reales tiene como pena máxima la cadena perpetua, pero ese sanguinario capitán Butch hizo creer al pobre ingenuo Yobalt y a sus iletrados soldados que era punible con la muerte.

¡Que el Gran Arqui del Universo y sus derredores consuele el alma de Yorbalt!

viernes, 16 de julio de 2010

4 años después...

Han pasado ya casi cuatro años desde aquella mañana del lunes 21 de agosto del 2006, cuando 25 jovenazos (incluyéndome), casi desconocidos entre todos, nos iniciamos en una aventura profesional: la Educación Superior a través de la Licenciatura en Educación Primaria (maestros, puesn); durante estos pocos pero significativos años, aprendimos a convivir con sinpares personas de diferentes gustos y disgustos, pero que a través de este lapso logramos aceptarnos mutuamente (o por lo menos, tolerarlos), y así compartimos risas, llantos, estrés, ayudas, sinsabores, pesares, alegrías, aburriciones y un largo y largo etcétera.
Vimos con ansiedad cuando nos tocaban "X" o "Y" comunidad para nuestras prácticas, y ver con quiénes nos tocaban, si era con nuestro amigocho del alma o era el pan-sin-sal con lo que debíamos de soportar; las noches en vela, ¡ay! cuando por hacer materiales didácticos, redactar un plan de clase o aunque sea un mísero control de lectura, ah, pero eso sí, cuando de antrear o festejar las fiestas patrias, el Halloween, la Navidad o algún cumpleaños, eso sí: hasta que el cuerpo aguante, ñaca-ñaca...
Los viajes, ya sea desde alguna comunidad cercana al núcleo urbano de Valladolid, como Tekom, Chichimilá, Tahmuy, Yalcobá, Kanxoc o Uayma, sea que nomás para ir a la práctica en un piso-y-corro que duraba de las 6:30 AM hasta las 3:00 PM, hasta las dormidas en algunos pueblitos (sobre todo en el primer semestre), ¿y fuera de Valladolid? Híjole, desde la visita a Mérida para visitar la Sínfonica del estado para la clase de Artísticas o al CAIMEDE para las lecciones de Necesidades Educativas, pasando por las rutas yucatecas de las Haciendas, Puuc y Conventos, y claro, el viaje a Tabasco y Chiapas (donde descubrí el siniestro plan de la Muñeca Diabólica, muajajajaj...), sin olvidar, plis, viajes extras como la fiesta tradicional de Nabalám (pueblo cercano a Tizimín), la Riviera Maya (arruinado por una tormenta tropical), a Tulum o para sustituir a maestros por órdenes "superiores" (sí, chucha).
Hubo también sinsabores de todo tipo, desde la muerte de algún ser querido, hasta la malicia de los taxistas foráneos, pasando por una estúpida baja de un ex-camarada, hasta cosas que al final resultaron de risa loca, como saber planear para escuelas multigrados.
Actividades hubieron muchas, como los cantos, bailables y representaciones teatrales en Artísticas, maratones de ejercicios en Educación Física, maquetas multigrados, exposiciones públicas, y películas como "El Octavo Día", "Al Maestro con Cariño", "El Profe", "Cabeza de Vaca", "Apocalypto", "La Lengua de las Mariposas", y hasta "El Gato de la Sierra", entre otros. Y por supuesto, asistir a cosas que van desde lo divertidamente interesante, como una conferencia sobre la Santa Cruz de Xocén, hasta aburridotas padres como la que nos recetaba Javier López Sánchez (no confundirlo con Xavier López, "Chabelo")...
Ahora, hoy que estamos a viernes 16 de julio del 2010, a las 3:00 PM, se da por clausurado oficialmente mi vida normalista, para dar por iniciado una nueva etapa no solo en mis crónicas personales, sino también en la de los otros 25; ahora es momento de responsabilizarnos ante un desafío frente a las personas: la educación. Bien dice el dicho que leí en la habitación de un camarada al iniciar esta aventura: "Los errores de los doctores están 3 metros bajo tierra, los errores de los abogados están en las cárceles, los errores de los maestros andan sueltos en las calles". Ahora tenemos la carga sublime de que las personas que caminen en el mundo exterior tengan la inteligencia suficiente para pensar y analizar por su propia cuenta; sin embargo, no hay que olvidar que haría que esperar treinta-y-tantos años para ver los resultados de esta generación: unos seguirán siendo maestros (si son de calidad, mejor), otros posiblemente tendrán nuevas aventuras totalmente distintas al magisterio (no lo digo tanto por mí, hay egresados de la Normal de Valladolid que terminaron en otros asuntos, como el jefe de una agencia de viajes o un sacerdote involucrado en la Arquidiócesis de Yucatán), pero al fin y al cabo, lo que se mantendrán no es solamente el título de la licenciatura, sino los recuerdos de cuatro años en la escuela normal.
¡ENHORABUENA CAMARADAS! ¡Ahora es tiempo de poner en práctica nuestra educación!
¡Gracias!

miércoles, 14 de julio de 2010

L.E.P.

La espera por fin llegó: el día martes 13 de julio del 2010, a las 11:45 AM, logré lo que jamás pensé que iba a llegar: titularme como Licenciado en Educación Primaria (bonito eufemismo para profesor, ¿no creen?).

No era por presumir, pero la neta tenía ganas de postearlo.
:D

miércoles, 7 de julio de 2010

Laptop de P.C. (2007-2010)

Estoy frustrado, medio emodeprimido y todo lo que conlleva, puesto que mi muy querida laptop ya expiró; ya que me había acostumbrado a trabajar, a divertirme en ella, ahora se chingó (como se dice coloquialmente).
La causa de su "defunción" es por un problema que tuvo la tarjeta madre, y que para cambiarlo se debía llevarlo a Mérida; hasta aquí no hay de pedo, pero luego resultó que era el gasto casi de $5000 o $6000, lo cual no era nada (total, ¿que són tantos miles de pesos más un par de semanas sin la laptop?), hasta que el asunto económico no era favorable por el momento, después de gastar en una boda y ahora que se avecina mi graduación y titulación, uffff, será la perdición financiera para mi familia. Por lo cual, es posible que me consiga una nueva para el otoño de este año, pero mientras tanto, tendré que trabajar (y divertirme) en la PC casera.
Uno de tantos revoltijos de usar la máquina de mesa es que se ha vuelto algo tan lenta que es imposible subir imágenes al internet, por lo que es MUY posible que este verano no puedan checar mis caricaturas...
Mientras tanto, tendré que enfocarme en hacer las correcciones de mi documento recepcional, para que ya después presente mi examen profesional este martes 13 de julio, a las 2:00 PM en mi escuela normal.

Oh sí...

sábado, 3 de julio de 2010

Extraterrestres borrachos

Ayer mismo twitteé que estaba haciendo un cartón, el cuál despertó tal interés en followers como @madreselvas e @Ideosincratico que les prometí postearlo el día de hoy, pero comenté que iba a ser antes del mediodía, sin embargo resultó que antes de la hora fijada acompañé a mi mamá para comprar algunas cosas para la boda de mi hermano mayor (el cual se celebrará hoy sábado 3 de julio), y en eso que llega la lluvia en el camino, y pues bueno... que llega la hora de almorzar unos taquitos de pollo a la cazuela acompañado de frijoles con arroz (el empacho) y luego...  psss que ya llegó la hora de postear el cartón tan solicitado en Twitter y helo aquí:
Se trata de que Silph -luego de ser rechazado por sus camaradas debido a un malentendido- se reune en un bar de mala muerte con guerreros de otros planetas, ahogando sus penas con litros y litros de licores, y luego acuden totalmente borrachos a enrolarse en un escuadrón de mercenarios galácticos como forma de olvidarse de sus crueles pasados. Y hasta aquí, porque esta historia será transmitida en forma de tira cómica para fines del 2010 o en algún momento del 2011, si el destino (y la autoresponsabilidad) me lo permite.
Pos confieso que tuve un revoltijo de sentimientos al crear a otros alienígenas: el ¿gato? no fue muy difícil, el tipo narizón look-at-XVIIIcentury este si dio algo de pavor (bueno, exageré), el look-at-rhino que fue el que me fascinó, el calvo que no me salió como quería, el ratón que quedó bonis-bonis (como dirían mis amigas de la Normal) y Silph; o sea, como quién dice, debo de ponerles nombres a esos compañeros de penas para el carismático (¡sí chucha!) guerrero ojiverde.
Pos chicos y chicas del club, espero que les guste estos nuevos personajes así que ah'i nos vemos...

PD: Si me tienen en Twitter y en Facebook, chequen la caricatura que me hizo Josuédric, el mismísimo autor de Kid A ;D

jueves, 1 de julio de 2010

¡Volvió! pero...


Sigue en la aduana; lo que pasa es que no lo he recogido, porque un tal "JDRH" no me ha permitió ir por él...

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