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sábado, 23 de agosto de 2008

El lorito de Benzor


Este otro guerrero espacial se llama Benzor, es un muchacho muy estúpido y pendejo pero de buen corazón (bueno, no tanto, cuando pelea no demuestra mucho sus "buenas" intenciones que digamos), bueno, el caso es que Benzor es el mejor amigo de Silph, de hecho su amistad se remonta hacia el amanecer de sus vidas (o sea, desde la niñez, si no captaron la mamona metáfora). Ahora bien, les pondré una anécdota que tuvo este joven soldado hace quién sabe cuántos ayeres (esta basado en una anécdota familiar, P.C.):
Cierto día, Benzor se encontraba de visita en una ciudad de un pequeño planeta y de repente, en una tienda de mascotas, se dejó derretir por un curioso y psicodélico loro, por lo que lo compró y se lo llevó al planeta guerrero (¿me creerán que después de 6 años no le he puesto un nombre?).

Benzor se sentía muy feliz con su mascota, tanto así que se lo llevaba cuando tenía que conquistar algún planeta -y cosas similares-, y le contaba sus más íntimos secretos antes de dormir, no sin antes meterlo a su dormitorio puesto que la ciudad-cuártel donde vivía tiene un frío de los 1000 ángeles (digo, si el calor lo relacionamos con los diablos).

Una vez, Benzor se llevó al lorito para mostrarselo a Silph, pero ese maldito pajarracó picoteó a su amigo y para colmo usó su cabeza como excusado; "Pero bueno, ni modos, es mi amigo y yo no voy a reclamarle por nada del mundo", pensaba Silph con un dejo entre felicidad y bilis mientras se limpiaba su greñuda cabeza llena de excremento aviar. Pero una noche, cuando ya se disponía a dormir, Benzor estaba algo tan distraído que se le olvidó meter al loro en la habitación y como para colmo era temporada invernal, el pobre cotorro -cuya jaula estaba en la azotea del edificio donde vivía Benzor- murió de hipotermia. Al día siguiente, unos malintencionados camaradas de Benzor vieron la jaula y notaron el cadáver del perico, y uno de ello sugirió ponerlo en una caja y envolverlo como regalo y dárselo a Benzor; de esta manera, metieron al lorito muerto y se lo dieron al su compañero de batallas, el joven estaba tan feliz de recibir un regalo de parte de los otros guerreros y cuán fue su sorpresa cuando al abrir la caja era su amado periquito ya fallecido:

El pobre muchachito musculoso rompió en llanto al ver a su mascota favorita ya muerta, mientras todos se burlaban de él; esa misma tarde, Benzor enterró a su cotorro y después fue a su dormitorio a llorar y llorar por su partida.


FIN

1 comentario:

Lucerita Asíntota dijo...

Anda!
Es la historia que me platicaste ayer!
Me encantó, esta bien cotorra...
Haha, cotorra...
Se entendió el chiste, ¿verdad?
Dios mío, tengo problemas XD
Auf wiedersehen!