a lo que repuse: -dispénseme señor, pero... ay chihuahua, ¡es usted un extraterrestre!
-Oooh, pos claro, bueno, para tí soy el alienígena pero para mí lo eres tú-
-Duuuuuh, pos claro-
(me da un *wáas k'oop) -¡No seas mula! Además, ¿por qué me andas espiando?-
-Es que, mmmm, no sé, se me hizo interesante ver un coche tan raro en medio de la calle, y pus nomás quería investigar-
Dibujo hecho al chingatazo, en donde me pueden ver platicando con el guerrero anfibio.
Noté el folleto y pregunté: -"Oimes", ¿me puedes prestar esa cosa?- señalando hábilmente el papelito doblado.
-Para qué, ¿sábes algo de la Muñeca Diabólica?-
-¿La Muñeca Diabólica?- Exclamé con temor.
-Sí, esa Muñeca fue creada precisamente en éste planeta para engendrar maldades al por mayor, pero desde hace un par de años, su influencia ya ha alcanzado los confines del universo, sepa la madre como logró hacerlo-
-¿Y qué puedo hacer?-
(Me mira con cierta confianza) (....) (suspira) -Mira joven terrícola, han habido muchísimos como tú que al descubrir la existencia de la Muñeca, entregan su vida y obra, sea para ayudarla en sus planes nefastos o para derrocarla y de una vez implantar el orden y la justicia- Continúa con su discurso -Siento que tu poder espiritual está de lado de nosotros, así que qué opinas, ¿te unes a nosotros?-
Suspirando y sin pensarlo, le dije: -acepto unirme a la lucha contra la Muñeca Diabólica, pero para que me cuentes a detalle todo sobre ella y qué nos pueden pasar, por qué no vas a mi casa a refugiarte-
-Mmmm, está bien-
Es así como llevé al extraterrestre a mi casa, dándole la bodega del patio como su "casa provisional" (ver la foto de abajo):
Una vez en mi casa, le pregunté por su nombre y todo eso.
-Me llamo Batrak, soy del planeta Gambar (ubicado a 560,001 años luz) y hace dos años, sucedieron muchos desastres en mi planeta: terremotos, plagas, genocidios masivos, dictaduras, etc.-
-Un momento, también en éste planeta suceden estas cosas, claro, los sismos y plagas no se pueden evitar, son cosas naturales, pero sin embargo lo de las dictaduras y todo eso, pus también lo tenemos, y no es por una muñeca de trapo-
-Ya lo sé, pero un sabio de mi pueblo natal me comentó que esto es por obra y gracia de un ente maligno ubicado en un planeta muy lejano, así que me di a la tarea de investigar manuales, grimorios y folletos y descubrí su malévola existencia y su ubicación justo aquí-
-Chale- me dije - ¿Y tú sólo vas a luchar contra la Muñeca Diabólica?
-Nnnnnnno, según mis investigaciones, debemos ser un grupo selecto para derrocar y destruir a la Muñeca y sus secuaces-
-¿Y hay alguién que están luchando?-
- Sí, pero lo hacen de forma secreta para no asustar a las masas ignorantes-
-¿Y yo qué puedo hacer?-
-Tú serás mi secretario- señalándome con el dedo -tú solito vas a reunir a 5 guerreros para que me puedan ayudar a eliminar a la Muñeca Diabólica-
Indignado, le increpé: -¡¿YOOOOO?! ¡Pero no sé cómo carajos lo voy a hacer!
-¡Ese es tú problema! Sólo que te advierto que 2 viven en otros planetas, uno está muerto y los otros 2 están radicalizados en la Ciudad de México-
-Pus por lo menos, no me puedes dar algo para que sea más fácil, algo así como un manual o un libro maldito-
-Ten, toma esto, es el Grimorio Funesto, te servirá para reunir a mis colegas y ayudarás a otros para detener la influencia de la Muñeca por sobre el Universo-
Después de darme el extraño libro, Batrak se fue a dormir en la bodega y yo estuve pensando sobre la Muñeca, leí el Grimorio y me dí cuenta de las maldades que ha hecho la Muñeca, como La Peste Negra, La Inquisición o Las Guerras Mundiales. Pensé en actuar de una vez, pero el jodido examen de Matemáticas estaba encima de mí y no había estudiado para nada.
(Continuará...)
*wáas k'oop: Coscorrón, en maya.
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