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martes, 22 de septiembre de 2009

Adiós al padre Trujillo


Lo sé, se preguntarán por qué un cuasi ateo como yo le dedica una entrada a un sacerdote católico, pues bien, resulta que hoy mismo, en la escuela, me entero que uno de ellos, el presbítero -luego monseñor- Carlos Trujillo Selem falleció repentinamente en Mérida. Les diré una brevivivivivivísima historia acerca de él:
Era común que durante las misas de cuando fue el párroco de San Servacio en esta ciudad de Valladolid (1992-2002), les agregaba un humor bastante inocente a sus homilías (que dicho sea de paso y comparandolo con sus sucesores en la mencionada parroquia); sí, el buen humor era lo que caracterizaba al padre Trujillo, y pues la neta era un tipo a todo dar, además de que su alegre personalidad hacía no sólo llevadero las responsabilidades típicas de la fe católica, sino también hasta un poco lúdicas...

Hasta que el cáncer se lo llevó a la casa de su Máximo Jefe.
(Obituario)

Descanse en Paz
Pbro. Mons. Carlos Trujillo Sélem (1942-2009)

Nota bene: La foto fue de cuando mi primer comunión. Nunca me imaginé viéndome como crítico de la Iglesia ¡CHANFLE!

2 comentarios:

Jaime Rivera dijo...

Así es esto. Yo tampoco soy afecto ya a ir a misa y eso, pero mi familia sí tiene una relación estrecha con varios sacerdotes.

Juan Carlos dijo...

Pablito comentando de nuevo en tu blog, tuve que suplirlo por ciertos desajustes.

Si la foto de tu primera comunión es muy reveladora...

Son personas como el Padre Trujillo que nos recuerdan que tenemos en este mundo una vocación que debemos de seguirla. Siguendo este propósito, se convertirá en algo bueno, haremos cosas productivas y tal vez no seremos felices (la vida ta juerte) pero podemos hacer del mundo no algo mejor sino que sea bueno.