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sábado, 18 de abril de 2009

Querida: hay un guerrero en nuestro sofá (IV): Fin de la primera parte

Parecía que la vida de Silph estaba pasando rápidamente ante sus ojos: al nacer prematuramente, no había indicios de poder sobrevivir, sobre todo porque para colmo no podía respirar al momento de su alumbramiento; esto fue verdaderamente humillante para su madre (Delar era su nombre), ya que no sólo tenía casi muerto al neonato Silph ("genio del aire" según la etimología), sino que además hacía poco que falleció el padre de la criatura (Rhaber), y según las tradiciones de los guerreros espaciales, es mala, mala, malísima suerte que un soldadito nazca con su padre (o madre) ya muerto, y en este caso se notaba que eran indicios del pésimo futuro para Silph: parto prematuro, complicaciones respiratorias y un nivel de poder mucho más bajo de lo que se espera. La única opción era cruel pero realista: dejar morir al bebé.
-Pues no sé que pasó, pero al fin y al cabo los doctores lograron establecerme y gracias a ello heme aquí- pensó Silph.
Es curioso, pero un par de meses después de su nacimiento, el escuadrón a la que pertenecía su madre fue atacado por unos granujas insectoides de un satélite abandonado, dejando a su inepto líder (un tal Ignert) como el único sobreviviente. Durante sus últimas semanas de vida, Delar sintió repulsión hacia el pequeño Silph, ya que al contrario de sus otros hijos (Ranjo, Luder y Kezad), éste no era muy saludable que digamos.
-Fue una lástima que mi padre no me haya conocido, y que mi madre me haya querido dejar a un lado, eso duele- cavilaba Silph.

Durante su infancia y juventud, comenzaba a desarrollar sus habilidades marciales, a tal punto de ser considerado como uno de los chicos más bravos para su generación; durante esta etapa de su vida suceden dos cosas que marcaría su vida: su amistad con Benzor y su enfermedad incurable. Benzor bien puede ser popular, ya que es el hijo de Grostk, un famoso guerrero conocido en todo el planeta al ser uno de los mejores soldados de su tipo, pero también es popular debido a su sanguinaria psicopatología, matando inmisericordemente no sólo a los peleadores conquistados, sino también a sus camaradas, hasta por el motivo más insignificante (no por nada, Arstok lo considera su héroe, como San Grostk); Benzor, en cambio, es todo lo contrario a su insano padre: retraído, distraído, torpe y menso. Benzor no tenía amigos, "¿Quién quiere jugar con ese estúpido?", "Sí, Benzor no vale la pena", "Benzor es muy torpe, es un idiota", se burlaban los demás; pero Silph decide trabar amistad con él, y descubre que no es tan menso como los demás pensaban, formándose así una peculiar amistad entre dos guerreros en formación: uno inteligente pero imprudente, y el otro tonto pero valiente. Al pasar los años, Benzor y Silph (ya adultos) se despiden para irse cada uno a su nueva vida ya como soldados.
-Recuerdo ese día, Benzor me dijo "Ten, toma esto", y lo que me estaba regalando era un paliacate rojo- platicaba para sí Silph. -"¿Un paliacate?", pensaba, puesto que era algo muy simple como para ser un regalo, y como si él me hubiera leido la mente, Benzor me dijo "Sí, un paliacate, era lo único que pude conseguir, espero que lo conserves como símbolo de nuestra camarería"; y sí, me lo até al cuello (supongo que por la prisa) y le dije "gracias"- reflexionaba nuestro héroe ojiverde.
El segundo momento, creo que ustedes, oh querid@s lector@s, ya sabrán: desde su niñez, Silph ha sufrido ataques de epilepsia, y al ser una enfermedad mental, los médicos (hasta el momento) no han desarrollado una cura completa, por lo que tiene que tomar unas píldoras cada dos noches durante el resto de su vida.
-Me avergüenza admitirlo, pero qué le puedo hacer, es la cruel realidad: soy un epiléptico, un vil y pinche epiléptico- decía entre sollozos Silph. -No hay porqué avergonzarse de ello, tu no tienes la culpa, es sólo cosa del Destino, haces bien en aceptarlo pero no es motivo para humillarse, recuerda que nadie es perfecto- le decía Hanna, su mujer.

-Algunos viajes galácticos han sido estrafalarios, yo no sé porqué el comandante Deft me manda a esos lugares, pero pues, qué se le puede hacer, Mjjmmm...- pensaba Silph.
-Ajá, como la vez que que fuí al planeta Larist, pura agua, y me atraparon esos pulpos gigantes, me querían esclavizar, ¡Carajo!- se decía el musculoso soldado.
-Y es que claro, su reina, quería obligarme a tener comercio carnal ¡Una repugnancia extrema!, lo bueno es que logré escapar y maté a sus mejores guerreros (cómo, sí todos eran unos pinches pulpos, JAJAJAJAJA)- dijo Silph.
-Oh frutas, y qué me dicen del planeta de los pantreros, ese maldito sacerdote me convirtió en un felino, dizque para "aprender a ser como ellos", y así respetarlos (...); ahora que lo pienso, no estaba tan malo ser un jaguar galáctico, al menos tenía mucha más agilidad de la que tengo- cavilaba el joven guerrero.
-Ya sé, ahora que lo recuerdo, cuando llevé a mi planeta unas verduras del planeta Carkato, mmmm, estaban riquísimas, pero luego nos dimos cuenta que estaban malditas y nos convirtieron en animales, mis amigos por poco me linchan- decía ruborizado Silph.
-Lo bueno es que con otras verduras del mismo planeta, pudimos volver a la normalidad. Es una lástima que sean tan exquisitos, pero que al mismo tiempo sean maléficas, sniff, sniff- concluyó.
Silph no perdía nada, estaba ahí, en un planeta desconocido, desértico pero con el cielo despejado como para observar las estrellas, nebulosas y planetas. Recordaba también a otro amigo de hace tiempo, una extraña ave a quien solo se conoce como El Colibrí Mágico; ese colibrí lo ayudaba en algunas aventuras, sobre todo antes de participar en el Torneo Galáctico de hace tiempo.
-Sí, ese pinche colibrí, era a todo dar- decía Silph -Me ayudaba cuando más lo necesitaba y me regañaba cuando hacía las cosas a mi manera; nunca olvidaré cada vez que me electrocutaba- mientras pensaba esto, se dibujó una ligera sonrisa en su hocico.

-Pero eso sí, todavía hay mucho que hacer, cierto es que hay que recordar, pero tampoco debemos aferrarnos al pasado, el pasado debe servir para analizar el futuro, y mi futuro debe ser...- En eso estaba cuando de repente llegó Arstok, junto a una camarilla de guerreros-policías.
-Mira a quién tenemos, pero si es Silph- decía el malandrín al tiempo que los gendarmes de su raza apresaban al muchacho.
-Bueno, como sería tu muerte: ¿fusilado? ¿crucificado? ¿decapitado? ¿ahorcado y fusilado al mismo tiempo? ¿cortarte la cabeza mientras colgamos tu cuerpo en una cruz? Jam, no sé, qué te parece si te descuartizamos- dijo Arstok al tiempo que sonreía malvadamente. El pobre Silph estaba tan aterrado por lo que pasaba, mientras era amarrado y colocándoles cadenas y grilletes...




-¡NOOOOOOOOOOOOOO!- gritó Silph...









...al tiempo que caía del sofá. Al darse el aporreón, se dió cuenta que estaba en la casa de la familia Patterson Gómez, y asustado y con lágrimas, observó el reloj.
-Las 3:21 de la madrugada, sniff, apenas es de noche todavía, bueno, al menos aquí en esta parte del planeta Tierra, sniff- se dijo Silph. En eso se enciende la luz. -Silph, ¿qué pasó? ¿por qué gritaste?- Era Concha, quién se despertó por el grito.
-Jam, sniff, nada, era sólo un mal sueño?- respondió Silph.
-Bueno- dijo la maestra -En ese caso, vuelve a dormir en el sofá, creo que el piso no es tan cómodo, ¿verdad? jejeje-. Dicho lo cual, se volvieron a apagar las luces y Silph, ya tranquilo, volvió a dormir. Trataba de soñar sobre sus grandes hazañas, pero siempre aparecía ese tal Arstok, matándo a nuestro héroe, y propiciando (por ende) que se despertará constantemente. Esa noche, Silph no tuvo otra opción más que aporrearse la cabeza, con tal de permanecer inconsciente y así no encontrarse cara a cara con el jefe Arstok.

(Fin de la primera parte)





PD: "Querida: hay un guerrero en nuestro sofá" volverá hasta las vacaciones de verano, se los juro por Britney Spears (es que la historia me resultó sumamente larga, y como debo de hacer planeaciones y materiales, pues Silph y sus aventuras en la Tierra regresarán hasta Julio del 2009).

Au revoir.

3 comentarios:

Raisa Pérez dijo...

Dame chance para que comience a leerlo con TOOODO!!!

=D

ahora tendre que recuperarme en cuestión a las tareas que han marcado...

Lucerita Asíntota dijo...

nooo!
ahora que habia comenzado a picarme xD

Juan Carlos dijo...

supongo que la indsutria es así... jajajaja Coming soon jajajajaja