Silph no lo podría creerlo, mucho menos Wolf, ese sujeto de la playera azul era Arstok; los dos no tenían duda alguna, mientras que él nomás estaba mirando a ambos con rabia pero al mismo tiempo con satisfacción por haberlos encontrado (bueno, en realidad, iba para Silph exclusivamente, pero al estar Wolfgang como testigo, pues, ustedes entienden ¿no?).
-Así te quería ver, Silph: sólo en este lugar, ¡ahora sí que me las vas a pagar!- exclamó Arstok.
-¡JÁ! ¿De qué te voy a pagar? Tú sólo quieres entablar pelea conmigo porque sabes que soy más chingón que tú- dijo Silph.
-Ayyyy sí, sólo porque apareciste en el diario planetario como uno de los mejores 20 guerreros de clase baja de nuestro mundo y el consejo real te haya nombrado el guerrero del año no te da derecho de despojar del liderazgo del escuadrón- bramó Arstok.
Es así como los dos soldados se encararon hocico a hocico, gruñiéndose el uno con el otro e insultándose mutuamente (aquí cabe aclarar que aunque parezca increíble, ellos -como todos los soldados de su planeta- no se mientan literalmente la madre, ya que en su código moral se hace respetar tanto a la madre como al padre, al menos en palabras, allá ellos ¬¬').
El enojo entre ambos era de tal forma que de sus rechinares de colmillos salían unas delicadas espumas y en sus ojos comenzaban a inyectarse de sangre.
-¡Tú eres un miserable envidioso, ¿qué no te basta con todo el prestigio que ya tienes?- gritó Arstok.
-Já, eres un estúpido mentiroso, ¿yo para qué quiero ser el jefe del escuadrón? si de todos modos soy mucho mejor que tú- bramó Silph.
En eso estaban cuando Wolf, testigo involuntario del enfrentamiento, se arma de valor y decide separar a los muchachos.
-Chicos, chicos, chicos, ya no discutan, por favor, aunque sean unos poderosos guerreros, creo que tiene la suficiente inteligencia para resolver esto de manera pacífica-
Esto lo decía puesto que Wolf, cuando el Torneo Galáctico con Silph como el campeón absoluto (un detalle de la cual desconoce Arstok), ya sabe como actúan esos gladiadores en el campo de batalla, y aunque está retirados de la ciudad, sus movimientos pueden sospechar del lugar.
Wolf se mete entre ellos y trata de calmarlos, pero esto hace que Arstok, ajeno a las suplicas del burócrata, lo golpée en la barbilla.
-¡Sal de ahí, estúpido chango estrafalario!- gritó el bravucón de las greñas paradas mientras mandar a volar (literalmente) al maestro Patterson.
Wolf aterriza entre la maleza y permanece inconsciente; por obvias razones, esto hace enfurecer a Silph quien le dice:
-¡OYE TÚ, ¿POR QUÉ CHINGADOS GOLPEASTE AL HUMANO?!-
Y Arstok le responde: -Ay, ahora te vas a salir conque eres amigo de esos debiluchos alienígenas, juar, juar, juar...-
Las risas burlonas hacen que nuestro héroe se encolerice aún más y con un salto, golpea a Arstok en su mejilla.
-¡Tú no tienes derecho de golpearlo, él no tiene nada que ver con nosotros ¿o acaso ya se te olvidó que el problema es conmigo?-
Arstok golpea a Silph respondiéndole:
-¡Pendejo! ¡Mil veces pendejo! ¡Tú nunca saldrás con la tuya!-
Y es así como se da una batalla al mayoreo:
Arstok: -Te crees muy machito, ¿verdad?-
Silph: -¡Pos serás muy mi jefe, pero tú eres una lacra, una escoria de la sociedad!-
Silph: -¡AAAAAAAHHHHYYY!
Arstok: -jejejej, y dime gracias que mi golpe fue con un octavo de mi poder, porque si no, ya te hubiera destrozado el corazón por dentro-.
Silph: -¡SUPER PATADAAAAAAA!-
Arstok: -¡AAAAAAHHHHHHYYYYYYY!-
La pelea duró cuando mucho como unos 15 o 20 minutos, y hubiera durado un poco más puesto que a la distancia estaba Conchita, quien al acercarse al lugar de los hechos, vió a los dos soldados luchando, pero eran tan rápidos para ella que sólo los identificó como dos objetos irreconocibles y veloces, mas sin embargo al escuchar los gritos familiares de Silph y ver horrorizada el cuerpo de su esposo en estado catatónico, se dio cuenta que esas "cosas" era Silph y algún enemigo suyo, por lo que sin pensarlo, gritó:
-¡YA BASTA!-
(.......)
El gritó fue tan potente para la profesora que Silph y Arstok dejaron de pelear.
-¿Y esa mujer, quién es?- pensó Arstok.
Conchita se acerco a ellos y en tono regañador les dijo:
-¡¿Se puede saber por qué ustedes estaban peleando?!- y agregó: -¡¿Quién golpeó a mi esposo?!
Arstok, que a pesar de seguir molesto, estaba sumamente extrañado ante semejante escena.
-Bueno, lo que pasa es que ese mequetrefe lo golpeo puesto que Wolf estaba evitando que pelearamos- Dijo Silph, mientras señalaba a su contendiente.
-¡Lo sabía! Conque ellos te estaban escondiendo para que no te enfrentaras a la justicia, canalla- bramó Arstok.
-No es cierto, yo solo vine porque fue el primer planeta con vida en donde podría pasar mis vacaciones- dijo Silph.
-¡Vacaciones, mis testículos!- gritó Arstok y continuó: -Tú bien sabes que eres un maldito envidioso y te aprovechas de tu amistad con el comandante Deft (el jefe de su cuártel, nota del redactor) para hacerme a un lado como líder de nuestro escuadrón-
-¡Un momento! ¡Entonces esas dizques vacaciones sólo fueron porque Silph estaba escapando de ese muchacho de negro corazón!- quien gritó esas palabras eran de Wolfgang, quien apenas estaba despertando de su inconsciencia y tenía la cara llena de moretones.
-Hay algo que no entiendo, ¿cómo está eso de que Silph quiere el liderazgo de su escuadrón?- interrogó Concha, a lo que Wolf respondió: -Pos yo no sé nada, pero algo me dice que hay gato encerrado, o mejor dicho, guerrero encerrado; será mejor que nos digas una buena explicación, jovencito- al decir esta última palabra, su mirada y la de su esposa se dirigieron hacia Silph, quien tragó saliva y jalando el paliacate de su cuello pensó:
-Espero que ellos no se traguen las pendejadas de Arstok-
Arstok, al ver a su rival con una cara de sumisión frente a los humanos, se reincorporó y dijo:
-Así que ustedes quieren saber la verdad acerca de Silph, ¿no?-
-Bueno, supongo que usted fue el pillo que golpeó a mi Wolfie-Tokie, ¿no es así?- dijo Conchi, al tiempo que abrazaba y acariciaba la cabeza de Mr. Patterson.
-Bueno, señora, en verdad, mis más sinceras disculpas, estaba muy molesto hace un rato, sabes- a lo que continuó: -Mi nombre es Arstok, soy del mismo planeta que ese Silph, y vivimos en el mismo cuartel, pero en el susodicho cuartel hay docenas de escuadrones, y ese sujeto (señalando a Silph) y yo somos del mismo grupo, siendo yo el capitán; sin embargo, nuestro "amiguito" (señalándolo otra vez) quiere destituirme ilegalmente sólo porque se cree el más chingón.
-¡ESO NO ES CIERTO!- bramó Silph y anexó: -bien sabes que el comandante quiere destituirte, pero no es por instigación mía, sino porque eres un malvado y miserable avaricioso-
-Bueno, bueno- intervino Wolfgang -la única manera de resolver esto es...-
-¡PELEANDO!- gritaron los muchachos guerreros.
-¡NO!- respondió tajante Wolf y continuó: -haremos un juicio, en donde yo seré el juez, y ustedes tendrán que ir a nuestra casa para llevarlo a cabo-
Ya en la noche, en casa de los Patterson, los soldados están en la mesa del comedor, viéndose la cara: Arstok en la parte acusadora y Silph en la acusada, mientras Wolfgang es el juez y Conchi la fiscal.
-¿No quiere un poco de agua?- dijo Wolf a Arstok.
-No, gracias- le respondió -prefiero una taza de café, si no le molesta-.
El autoproclamado juez le entrega su cafecito y éste le dice -gracias, por su gentileza, noble humano-
-Caray, después de todo, ese muchacho es todo un caballero- masculló Conchi, sin saber que Silph lo escuchó y lo motivó para encabronarse en su ser aún más.
-¿Y tú, Silph?- dijo Wolf.
-Pos un vaso de agua, nada más- le contestó con un tono molesto.
-Bueno, iniciamos con este juicio terrícola. De la parte acusadora tenemos al joven guerrero de clase baja llamado Japstol...-
-Es Arstok- le corrige Conchi.
-Sí, sí, ya lo sabía, Arstok. Ejem, este es Arstok y según él es el líder de un regimiento-
-Será escuadrón, el regimiento aglutina a muchísimos más- le corrigió Concha.
-Ah, sí, eso, escuadrón- dijo Wolf y agregó: -luego tenemos por acá a la parte acusada, al joven llamado Silph, de igual condición militar que Arstok, de quien dice quiere apoderarse del cuartel y ser su jefe.
-Del escuadrón, no oyes lo que te dicen, el escuadrón es una célula del cuartel, no al revés- corrigió otra vez Conchita.
-Bueno, bueno, será mejor que vayamos al grano, comienza tú- señalando a Arstok.
-Gracias, extraño mono de pocos pelos; como sabrán, mi nombre completo es Arstok Tongalf, soy un guerrero de clase baja y cuento ahora con 29 años de edad, y nuestro escuadrón está conformada por cuatro soldados, todos hombres: Mantión, Zartk, Silph y yo; como también sabrán, yo fungo como capitán del grupo mucho antes de que Silph se integrara a nosotros y bajo mi liderazgo hemos podido hacer las mejores conquistas espaciales que nadie jamás han visto. De hecho, no por nada, tanto Silph como yo hemos aparecido constantemente en los catálogos gubernamentales como los mejores soldados que puedan haber en el planeta. Sin embargo, toda esta armonía se vino abajo cuando el tal Silph, después de ser nombrado como el guerrero del año el ciclo de traslación pasado, se vuelve más exigente y he escuchado rumores de que él quiere obtener la jefatura del escuadrón, cuando bien sabe que nadie, pero nadie debe influir en las decisiones nuestro comandante, sólo él puede hacer los cambios sólo cuando sean órdenes de nuestro gobernador militar. Y como sé que Silph ha estado presionando para obtener el puesto, decidí encararme con él, pero el muy maldito se escapa y nadie de nuestros camaradas supo de su huida- concluyó.
Silph estaba ahí, escuchando con atención las palabras de su todavía jefe, pero aunque se notaba sereno, en el fondo estaba rabioso por lo dicho por su compañero.
Al sentarse Arstok, Wolf le cede la palabra a Silph y da su versión:
-Ya saben ustedes que mi nombre completo es Silph Aleph, soy soldado de la misma condición que Arstok y que cuento con 26 años de edad, y es cierto, el año pasado fui nombrado como el mejor guerrero por el Alto Mando, obteniendo una ceremonia en mi honor en las fiestas de fin de año y honrado con un banquete presidido por el mismo rey, Su Majestad Okjam...-
-presumido- dice en voz baja Arstok.
-Bueno- prosigue Silph -el caso es que el tal Arstok es el líder de nuestro escuadrón, y claro que hemos logrado muchas victorias en los planetas donde luchamos, pero debe de entender que eso no le da derecho de amedrentar a nuestros camaradas, ha cometido inumerables excesos y eso que muchas veces lo hace bajo su faceta de un soldado cualquiera del nivel más bajo, pero cuando lo hace como capitán, ahí sí se pone fea la cosa. Entre sus grandes actos de heroismo, destaca el hecho de torturar y decapitar a un colega sólo porque se atrevió a lanzar un balón accidentalmente hacia su espalda, y por más que le suplico llorando e hincado de tan penoso acto involuntario, el muy cabrón lo golpea y lo mata. También les digo que incluso existe un rumor de que él mató a su propia madre y trituró su cuerpo para darselo de comer a su hermanito...-
-¡JÁ, ESOS SON CHISMES CALUMNIOSOS!- gritó enfurecido Arstok y remató -Tú sabes muy bien que mi madre murió en circunstancias desconocidas y sólo porque estuve con ella en sus últimas horas, no quiere decir que la haya matado-.
-¡Orden, orden en el comedor, que diga, en la sala!- gritó Wolf y agregó: -Puedes continuar, Silph-.
-Gracias, sr. Patterson. Como les decía, Arstok es un malvado ser, no les cuento más detallitos sobre él, porque si no armaría un escándalo; el caso es que le hice saber a mi comandante sobre los bárbaros actos de Arstok, y le quería notificar que como líder del escuadrón es aún más peligroso, así que un buen cambio de mando no estaría mal; debido a mis denuncias, Arstok quiso eliminarme a como diera lugar, por eso me escapé de mi planeta y vine para acá, a tomar unas vacaciones mientras pensaba en un plan para poder derrotarte limpiamente - concluyó Silph.
En efecto, tal parece que nuestro héroe en verdad era un héroe, un mártir de las difamaciones del tal Arstok, y todo estaba a su favor, puesto que su historia era la más creíble, que digo creíble, la más coherente y la que casi-casi, es la verdad absoluta, ya tenía Silph el juicio ganado...
...Pero resulta que Silph se dijo mentalmente: -Ese cabrón de Arstok, por poco y los convence, será mejor que nadie se dé cuenta de que quiero ese puesto, aunque no se lo haya dicho directamente al comandante Deft, pero en verdad ¡Quiero ser el jefe del escuadrón!-
Al terminar ambos su versión de los hechos, se dieron un descanso de algunos minutos. El matrimonio Patterson Gómez se retiraron a la cocina a debatir sobre quién está diciendo la verdad, mientras tanto, Arstok estaba checando el inmobiliario de la casa, al tiempo que Silph se había retirado al sofá, el mismo sofá que lo ha acogido en esos días. Poco después, los humanos salen de la cocina y Concha, con un sobre en la mano, dice:
-Aquí está el nombre del verdadero mentiroso, será mejor que te lo entregue a tí- al tiempo que se lo daba a Arstok.
-Mu-muchas gracias, señorita Concha, ya deseo saber quién de nosotros ha estado mintiendo y comportándose de manera hipócrita ante todos- respondió.
En eso, Silph los observa desde el sofá, mientras tiene un encuentro de sentimientos:
-Híjole, ya se sabrá quién es el culpable de todos- y mientras sonreía pensó: -no hay duda, ya se sabe que Arstok es el culpable, él será el perdedor y yo podré irme feliz a mi planeta y con ese maldito bajo mi arresto, por calumnias y ofensas, jejejeje-.
Pero luego, su desplante se tornó preocupado y muy grave pensó: -y sí en verdad saben que YO soy el verdadero culpable, el que en realidad desea ser el mandamás- y luego, con un súbito aire de triunfo pensó: -Naaaah, la única forma es que alguién pudiera leerme la mente, así que ya soy el ganador, el triunfador, el campeón del juicio, jejejeje....-
¿Será que Arstok sea condenado y ser llevado por Silph ante las autoridades correspondientes por calumniarlo, aun a pesar de que en realidad se esté cometiendo una injusticia? ¿O acaso será que alguién de milagro sepa los egoístas motivos de Silph, provocando una victoria para el gladiador de la playera azul?
No se pierda el gran final de su churronovela "Querida: Hay un guerrero en nuestro sofá", estén pendientes...
;)
jueves, 6 de agosto de 2009
Querida: hay un guerrero en nuestro sofá (VII)
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