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sábado, 6 de septiembre de 2008

En Yaxcabá


Yaxcabá (se pronuncia "Yashcabá") es un pueblo del centro-sur de Yucatán, y fue ahí donde me refugié durante la suplencia de los maestros que fueron a tomar sus "cursos" como parte de la "reforma" Educativa propuesta por la diabólica trinidad educativa (Gordillo-Vásquez Mota-FeCal). Pero bueno, el caso es que se puede aprovechar algo de tiempo para indagar acerca de muchísimas cosas, como verán a continuación.

Una de las cosas más llamativas de Yaxcabá es que a pesar de ser un pueblo, sus edificios principales detonan que antes era una ciudad, ¡sí, como lo leyeron, una ciudad! y es que antes de la Guerra de Castas de 1847, Yaxcabá y Valladolid tenían la misma cantidad de habitantes (10,000) pero después de la guerra ambos tuvieron recortes de pobladores, pero Valladolid (al ser considerado desde la colonia como la tercera ciudad más importante de la península, después de Mérida y Campeche) se recuperó de ello, no así con Yaxcabá que se quedó como un poblado más. La foto de arriba es la casa de un comerciante del siglo XIX llamado Claudio Padilla, y de la cual según cuenta la leyenda se trataba ni más ni menos que el Huay Cot, un brujo que tenía la facilidad de convertirse en algún animal (por eso cuando vayan a Yucatán, siempre escucharán otros Huayes más famosos, como el Huay Chivo). Bueno, en este caso, el Huay Cot era como una persona con alas en su espalda y aprovechándose de su posición como comerciante, él se convertía en Huay Cot para transar los productos de las tiendas rivales y surtir las suyas.

Otra cosa es que Claudio Padilla también se convirtió en alcalde de Yaxcabá y mandó construir la Sala de Audiencia (actualmente, el Palacio Municipal de la comunidad). O sea, como quien dice, Don Claudio era comerciante, alcalde y brujo ¡3 huesotes!

Claro, no podía faltar la placa fúnebre del Huay Cot.

El antiguo Cementerio de la comunidad, construida junto a la iglesia principal.

Un bello atardecer en Yaxcabá.

Estem, en la biblioteca municipal se encuentran unas estelas mayas, están como que sin protección pero bueno...

La H. Patrulla que nos llevaba a la comisaría de Tinuncah; se encontraba requetelejos (cerca de la frontera con Quintana Roo), la carretera era literalmente una montaña rusa y para colmo los polis siempre manejaban a exceso de velocidad (en un tramo, comparé la velocidad de la patrulla que era de 120 km/h, en contraste con el límite de velocidad: 60km/h).

Este es el centro de la comisaría de Tinuncah, donde se encuentra la escuela unitaria en donde tuve que suplir (lo bueno es que no fui el único, iba con 3 compañeros más). La pequeña iglesia se encuentra destruida, como verán...

Aspecto de la Escuela Primaria Unitaria "Manuel Crescencio Rejón" de la comunidad de Tinuncah, municipio de Yaxcabá, estado de Yucatán (Ufff).

El salón de clases de la escuela ("U Náajil Xook" es escuela en maya); al ser unitaria, todos los grados se concentraban ahí. En la foto se puede observar a Norma pegando cosas en la pizarra, mientras que Edwin está ayudando a colorear a los niños de Primer Año.

Estos 3 niños son TODO el Quinto Año, de izq. a der.: Juan de Dios, Santos y Abelardo. Claro, como me tocó el Quinto Grado, yo fui su kaansaj ("maestro" en maya) durante la semana.

Lo más asombroso es que ahí los niños sólo juegan béisbol, nada de fútbol.

Estos son TODOS los niños que asisten a la escuela.


Estemmm...
Las fotos de arriba y abajo los tomé de un cartel sobre los 5 sentidos y las partes anatómicas de ellos (es decir, los ojos, oídos, boca, etc.). Podría poner algún comentario chistoso -en especial por la forma sensual del sentido del olfato-, pero creo que es trabajo digno de la Plaqueta. Ajoy!!!!



Sigamos con esto: después del "trabajo", Edwin y yo nos refugiábamos en el Centro de Salud.

Esta es la bodega de la clínica, que fue nuestro cuarto durante la semana; lo bueno es que había aire acondicionado y se podría disfrutar de un clima fresco, mientras las colegas sufrían el agobiante calor de Yucatán (la pinche canícula).

Esto fue ya abandonando Yaxcabá, desde otra carro-patrulla, yéndonos hacia otra comisaría de Yaxcabá llamado Libre Unión (se encuentra justo en medio de la carretera federal 180, Mérida-Valladolid). En ese lugar se tenía que abordar el camión para llevarnos a Valladolid y ahí se acababa el chiste. Como dato superinteresante, Libre Unión toma su nombre puesto que ahí todas las parejas no están casadas, ¡CHANFLE!

Retén a la altura del poblado de Kaua, cuando ya estábamos en el camión hacia Valladolid. En eso, nos paramos y comenzaron a checar el autobús: un soldado estuvo charlando con un tipo con aspecto "maleante" y después se puso a indagar los bultos de los hombres que teníamos a la mano (ajá, sí, a poco mi bultito azul en donde contrabajo metí mi cámara y mi panqué tenga la capacidad suficiente para poner aunque sea una de las 11 cabezas decapitadas). Lo de la mano es algo sin importancia, lo fotografié al chingatazo.

Pus bueno mis queridos amig@s, es así como terminó esta odisea en el centro-sur del estado. Lo de la leyenda del Huay Cot me da como para hacerle un cuento sin sentido.
Adieu.

2 comentarios:

Lucerita Asíntota dijo...

Pues está bonito el pueblo, aunque pues si se nota que como que no le ponen atención u.u
Auf wiedersehen!

jccbote dijo...

Interesante historia, un poco de lenguaje vulgar, pero todo lo demás está interesante. Gracias por compartir tus experiencias.