La Carabina de la Hora Nanis

 

Como desearía poder hacer un magnífico show animado, con hartas peleas, chistoretes, heroicidad, magia, honor y risas grabadas, en donde en cualquier lugar y cualquier momento sea digno de ser representado bajo un fino humor, sea una granja con animales explotando a cada rato, una librería vieja administrada por un viejo mamerto, una familia cronológicamente disfuncional o una tropa de guerreros espaciales embriagándose y luchando palmo a palmo contra malvados enemigos de nebulosas vecinas.

Pero NO, ¡PERO NO! No tanto por la falta de infraestructura para hacerla de tos, ni por mis nulos conocimientos acerca de la práctica de la animación (recuerden, desconfío de esos tutoriales en video), sino porque me encuentra en la etapa crítica de mi licenciatura: la elaboración de mi documento recepcional. Ahora ahí se preguntarán, ¿que putas madres es eso? Pos es ni más ni menos que la versión normalista de la tesis, o sea, que estoy ya en la redacción de lo que es mi tesis profesional. Miren, según tengo entendido, en las universidades se hace una tesis después de cursas "n" años-semestres en el instituto educativo en cuestión, pero eso lo hace uno a solas, sin más asesorías que las que se requieran (no sólo en términos bibliográficos), y como en eso uno se tarda dependiendo de la iniciativa del pasante, puede incluso pasar meses o hartos años entre el fin de la vida escolar y la titulación. En nuestro caso, no: se supone que nuestra tesis, después de redactarlo, se entrega a un maestro de la Normal para que lo revise si hace falta algo, para que se corrija luego-luego y así hasta que la tesis (hecho por partes durante todo el último semestre) se encuentra lista en los últimos días del ciclo escolar, y luego se pasa al examen profesional, para que antes del último día de clases (no sólo del curso, sino también de toda la carrera) ya logres tu titulación (pero no oficial, puesto que el título y la cédula se entrega hasta un año después).

Según esto, se supone que para estas vacaciones de verano ya debo de ser todo un maestro; pero claro, si uno se atrasa en la redacción de los capítulos, se corre el riesgo de presentar el examen profesional en septiembre-octubre, y eso no conviene porque en dichas vacaciones se presenta el examen de oposición, para saber si ocupas una plaza magisterial o no y si no has presentado dicha prueba te condenas a un año de puros contratos, ya que eres nomás un simple pasante...

Ash, sé que no me gusta hablar de mi vida académica (no lo hago para presumir, conste), pero tantas responsabilidades hace que uno no pueda darse el lujo tan siquiera de hacer buenas tiras cómicas, pero bueno, dicen por ahí que después de la tormenta, viene la calma.

Por cierto, ¿les gustó mi dibujo hecho en Paint?