Personajes

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martes, 12 de mayo de 2009

Uno menos

Hoy se fue un camarada de nuestro grupo, se llamaba "J.A." (por razones de respeto, he decidido omitir su verdadero nombre); el motivo de su (al parecer) irreparable pérdida fue que se volvió irresponsable con respecto a sus deberes en la Normal. Sí, casi -si no, todos- los de mi salón odiamos el ambiente más hipócrita y dictatorial que se vive en nuestra escuela, pero carambas, de esa profesión vamos a vivir (bueno, no todos, a ver si hago un post sobre ello, ya que eso es harina de otro costal). El caso es que a pesar de muchos de los trabajos casi exhaustivos que nos imponen, en especial cuando de entregar planeaciones y materiales didácticos para la práctica, siempre procuramos hacer lo mejor que podamos, pero nuestro "J.A." se interesó por otras cosas más "trascendentales" que los deberes de la Normal y "gracias" a ello le dieron de baja temporal. Esto no debería ser alarmante de no ser porque estamos en las últimas semanas del Sexto Semestre (de los Ocho de la carrera), y es que además, el chavo ya se había dado de baja el año pasado precisamente en el mismo semestre y por las mismas fechas (si no fuera por ello, ya estaría por graduarse), pero ni modos: el tipo prefirió algunos asuntos y ahora le dan calle por segunda vez consecutiva un año después de pasar por la misma situación.
Esta es la historia de cómo conocí a "J.A.": al entrar a la Normal, él ya estaba en el Tercer Semestre y en su salón eran cuatro hombres (incluyéndolo) junto con 21 chamacas; al principio -y hasta el año pasado- creí que era el más tranquilo y sensato de su salón, a diferencia de los otros tres (que al fin y al cabo resultaron mucho más conscientes, responsables e inteligentes, aunque no lo parezcan, jojojojo...), pero cuando se dió de baja, frutas, no lo podía creer, se veía tan "listo" y tan "responsable", pero en fin, como esa baja era temporal, era harto obvio que regresaría, y esta vez sería con nosotros, la generación 2006-2010. Llegó el 2009 y luego el mes de febrero, ¡Nuevo semestre! ¡Nuevas materias! ¡Y un nuevo camarada! ¡Bienvenido "J.A."! Todo parecía normal, pero algunas personas comenzaron a sospechar algo en él: según las fuentes que he escuchado -chismoso tenía que ser-, ese compañero estaba -por así decirlo- locamente enamorada de su novia, que hasta tenía una casa sólo para ellos y que ahí vivía, y -eso sí- recuerdo que en la última clase de un viernes, nos formamos en equipos y coincidímos, al rato una amiga lo ve y se observa en su semblante un dejo de desesperación, intrigado por ello, le preguntamos qué tiene y nos contestó que ya quería irse a Cancún de una vez (es originario de esa ciudad) para estar con su novia. Las otras veces que lo vimos muy separado del grupo fue cuando él se apartaba para hablar con su novia por celular, y se tardaba y se tardaba... (mis amigas y demás camaradas de seguro saben más trapitos sobre "J.A." que yo).
Su deseo de estar siempre al lado del ser que más ama le comenzó a costar su semestre perdido: trabajos sin completar o sin entregar, ceros y tres de calificación, y hasta tuvo el privilegio de entregar fuera de la fecha establecida su informe de práctica, con mucho tiempo para que al fin y al cabo haya terminado en una mediocridad (al contrario de muchos de nosotros que nos matamos y teníamos que entregar a tiempo), y la semana pasada, cuando regresamos de la contingencia de "ya-saben-que", no se presentó; no fue sino hasta el pasado lunes 11 cuando por fin llegó a la escuela, y ese día debería de entregar sus planes por primera vez, pero no los había terminado porque resulta que había terminado con su novia, así es, supongo que era más importante llorar y entristecerse por un amor perdido, puro y sincero que hacer deberes académicos que les servirán para su futuro (no me hago responsable si toman este punto como un chiste cruel, conste). Y hoy, fue el acabóse: en la reunión de los martes de la escuela (llamada la "Academia"), los maestros acordaron que, dado su negro historial educativo, no había más remedio que darlo de baja temporal por segunda vez.
Tal vez muchos lean esto como un ataque furibundo hacia "J.A.", pero no es así; la razón de esta opinión es porque me resulta bastante inconcebible que ese camarada no haya aprendido la lección del año pasado (que según sé, fue más o menos por el mismo motivo); sí, está bien tener una pareja y pensar en el amor y en sentimientos, pero carambas, cuando hay otras cosas de por medio, uno debe tener los pies sobre la tierra y decidir cuál es más importante, y aunque uno prefiera estar con su media naranja que cumplir con su trabajo, al final gana el segundo caso porque de ello vamos a subsistir, además de que estamos haciendo un franco favor a la sociedad; me pongo de ejemplo (ash, fuera la falsa modestia): la neta, quiero hacer una serie de tiras cómicas, pero a la de ¡YA!, sin embargo, reviso mentalmente mi agenda y qué tengo: hacer planeaciones, materiales, armar mi carpeta individual, organizar mis materiales las vísperas de la práctica, hacer la práctica durante dos semanas, presentar exámenes y terminar las libretas para las calificaciones finales, ¿y dejar de hacer todo eso por unas cuántas tiras? Pues aunque quisiera, no lo haría y no lo hago, porque sé que esas responsabilidades escolares, aunque sean cansadas y/o mamonas, me servirán para mi formación académica, no teniendo otra opción más que esperar que pasen esos momentos para hacer de una vez por todas mis cómics (y eso que soy impaciente).
Y hay algunos en mi salón que preferiríamos nuestras cosas personales que las escolares, pero no tenemos más opción que hacer los deberes (eso sí, bien hechos y creativos, aunque algunos "maestros" nos critiquen dizque por la falta de cantidad -???-), y dejar esas cosas para los momentos de relax, como fines de semanas, vacaciones o tardes y noches sin tareas; caso contrario para nuestro camarada: qué importaba si fuera vacaciones de veranos o temporada de hacer materiales, para él lo más importante es soñar y viajar con el amor de su vida; sí, es sublimemente precioso, ¿pero tirar prácticamente a la basura siete semestres (los dos últimos, el mismo semestre) por ello? que me perdone muchísimo pero eso no es amor del bueno, es "amor apendejado". Yo no sé si pueda -o mejor dicho, si quiere- volver a estudiar para el próximo año (esta vez, con los chamacos de la generación 2007-2011), pero de algo que me preocupa es que si en el dado caso de que vuelva a estudiar -por tercera vez- en el Sexto Semestre y que no haya aprendido la lección (que anteponga sus deseos personales e íntimos a las responsabilidades educativas), posiblemente termine siendo un "gran ejemplo" de maestro, al igual que Herbert Garrison o Denzel Crocker (ya sabrán el por qué).

Ojalá y que no.

1 comentario:

  1. mejor que J.A. se halla retirado o lo hayan retirad a tiempo, o sino en unos años iba a ser un lastre en el sistema educativo.

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