Bueno, hoy termina oficialmente la temporada navideña 2008 con el asunto eso de Los Santos Reyes Magos (que en Tizimín son los santos patronos y por eso hay feria en la susodicha ciudad); en mi muy gusto personal, la temporada de las fiestas decembrinas se divide en tres etapas a saber: prenavideña (del 21 de noviembre al 24 de diciembre), la navideña propiamente dicha (del 25 al 31 de diciembre) y la postnavideña (del 1 al 6 de enero), y una vez pasado el Día de la Epifanía ya todo vuelve a la normalidad, hasta el Carnaval...
Pero sin embargo, aquí en Valladolid tenemos la Expo-Feria de la Candelaria, y como su nombre lo indica, es para celebrar a la santa patrona de la ciudad, la Virgen de la Candelaria, y eso será dentro de tres semanas a saber, y ya sí viven en la península, pues quedan cordialmente invitados (y a los que no, pues ingéniense para venir a Yucatán), pero mientras llega la Feria, hay que ver qué tanto hacer en este mes. Otra cosa es que mañana vuelvo a clases, y serán las dos semanas y media muy cargadas: exámenes, trabajos finales, libretas, informe de práctica, etcétera; Si todo sale bien, tendremos una semana de vacaciones del 26 al 30 de enero (que es cuando ya hay Feria) y volveríamos hasta el martes 3 de Febrero, cuando dé inicio el Sexto Semestre (claro, la única forma de tener que ir a la escuela en esa "semana intersemestral" es deber alguna lectura en cualquier materia, como les pasó a la generación anterior). Ojalá y nos libremos de ir a la "skool" sólo por algunos textos aburridos...
Bueno, para no aburrirles, he aquí un pequeño cuento que apenas ahora estoy creando, empecemos:
Erase un cruento día de verano, Apolinar Bobadilla sacaba agua del pozo que se encontraba a la entrada de su rancho, cuando de pronto, surgió de entre las aguas de su cubeta un extraño ser, diminuto en tamaño pero sumamente hermoso, o mejor dicho hermosa: era una preciosa hada, con su vestido de hojas y una ramita como varita mágica.
-¡Oh, que hermosura!- exclamó Apolinar, -Mira lo que he encontrado, de seguro podré pedirle muchas cosas gracias a su magia-. Luego continuó:
-¡Oh, santa hada, decidme si vos podeis concededme unos cuantos deseos para resolver mis problemas y mi paupérrima situación!- lo dijo con tanta ternura que de repente se le brotaron un par de lágrimas, a lo que la hada le respondió:
-¡Hijo de tu puta madre, ¿qué nadie me puede dejar en paz para bañarme?, ya van ocho pendejos que quieren mis superpoderes mágicos! ¡CARAMBAS!-
Ya si algunos de ustedes le inventan una moraleja al cuento, se los agradecería de antemano, gracias...
Au revoir...
Que hay Pablo!!
ResponderEliminarsu cuento, rifado como la india María en la tortillería!!!
(:
Que chingue a su madre la normal.
O que?
dispense mi vocabulario de trailero, pero es la neta, soy sensata y la normal ni pinta ni da color sin nosotros!!!
Un abrazo!
Que mala onda... ya regresamos a clases T_T, bueno pues ni modo ni que hacerle jee me voy.
ResponderEliminarCuidate.
Eso no fue mamaHada, jejejeje, pero si estuvo de la FregHada. Yo creo que la moraleja seris: Deja bañar en paz a la gente o ayudales con el jabon, jajajajaja.
ResponderEliminarSaludos.
PD. Regreso a clases, Wakala !!!