Me encontraba en la escuela, pero noté que las oficinas se parecían a las del Hospital General, en eso veo el horario de clases y con asombro -e indignación- me entero que las clases en la Normal serán vespertinas, de 1:00 a 8:00 pm, curiosamente el horario contempla lo que son las horas libres (los 2 períodos de descanso no lo considero porque de por sí están); al checar el total de horas libres, uno podría darse cuenta que en vez de salir a las 8 de la noche, lo podremos hacer a las 5 o 6 de la tarde, pero ya saben como son en mi escuelita...
Después de ello, nos fuímonos a tomar clases en un salón -digamos- moderno, tipo universidad, y resultá que yo no traía nada, ni una pinche libretita o lápiz, así que tuve que sentarme con un grupo de amigas (en ese momento, todos del salón estaban reunidos por equipos), no sé porqué pero estaba algo molesto, sobre todo porque selañaron cuál era mi asiento y me senté en ella, con la horrosidad de que la mentada silla estaba detrás de una maceta enorme, por lo que no podría ver a mi maestro...
Gracias a su Divina Potencia, ese primer día de clases fue sólo un sueño...
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